Es especialmente por su canción que este pájaro es conocido porque no es fácil de ver. Su plumaje es bastante sobrio, aunque el color rojo de su espalda, y especialmente de su cola, junto con sus grandes ojos negros y sus fuertes patas le dan una hermosa apariencia.
Se encuentra en el fondo de los arbustos y matorrales, cerca del agua si tiene la oportunidad, y sólo en raras ocasiones viene a cantar al aire libre. El macho canta noche y día, pero una vez que ha encontrado a una compañera, deja de cantar por la noche. Por lo tanto, se supone que el canto nocturno se utiliza principalmente para atraer a una compañera y que el canto diurno tiene el papel de defender su territorio.
Regresa de África en abril y lo repetirá una o dos veces antes de volver a migrar en agosto. Al igual que otros migrantes "trans-saharianos", se irá una tarde, al atardecer, y volará cientos de kilómetros para descansar en su primera parada. Y así sucesivamente, hasta llegar a las puertas del Sáhara, donde será necesario hacerse con reservas más importantes en previsión de los 2000 km de cruce sin posibilidad de alimentarse. Hace este largo viaje dos veces al año, durante los 10 años que pueden tener de vida.