Es difícil no quedarse sorprendido cuando uno observa por primera vez un jilguero: su cara roja y sus alas amarillas a veces recuerdan a un papagayo.
Sin embargo, sus bonitos colores y su dulce canto y alegre lo perjudican: es el pájaro de jaula favorito en muchos países del sur de Europa, lo que ha hecho que sea difícil de encontrar en la naturaleza, aunque lo oigamos cantar a través de las ventanas de nuestras casas.
Le gusta las semillas de cardo, pero aún le gustan más las semillas de otra planta: los cardones. Por lo tanto, se encuentra principalmente donde se encuentran estas plantas: en áreas no cultivadas, donde la vegetación crece libremente porque, en otros lugares, los cardos y sus semejantes apenas son tolerados por los habitantes. También se alimenta de las semillas de varios tipos de árboles.
Casi siempre circula en pequeñas bandas, contando hasta decenas de pájaros en invierno. Esto es porque les permite detectar áreas de alimentación más fácilmente y, lo que es más importante, rastrear con mayor eficacia la llegada de un depredador.