Un poco más pequeña que un mirlo, con el dorso marrón y la parte inferior blanca con grandes manchas marrones, este ave se ve con menos frecuencia porque a ella le gusta posarse en lo alto de los árboles para entonar su extraña canción, compuesta de diferentes frases, cada una de ellas se repite tres o cuatro veces.
Sin embargo, se alimenta de las lombrices o manzanas que olvidan en el jardín. Su pequeña captura: caracoles, este es une de las raras aves que los consumen. El elige una piedra contra la cual rompe sus conchas. ¿Un grupo de caracoles junto a una pequeña piedra? Sin duda: ¡es una "trampa" de zorzal común!
El zorzal se puede ver en los parques de la ciudad, pero prefiere los bosques y los jardines en el campo. Algunas noches en los meses de octubre, noviembre y marzo, a veces escuchamos un "tic" muy claro en el cielo. Evocando un ultrasonido de murciélagos, este es el grito volador del zorzal común en la migración. Si por casualidad la luna está llena esa noche, escudriñando con un par de prismáticos, veremos pequeños puntos delante de la luna: son los zorzales en camino hasta su destino.